A todo podemos darle un toque personal, eso nos diferencia de la masa.
Algo tan simple como una cuchara puede convertirse en algo único. Este es uno de esos casos.
Esta mañana mi pequeño principe empezó la guardería y nos dijeron que tenía que llevar una cuchara decorada. Ellos la pondrían encima del perchero para que cada niño la reconociera y colocara allí su abrigo.
En este caso no hemos comprado la cuchara, sinó que he hecho la forma de una con un trozo de ocumen que tenía por casa. El resto es solo cuestión de amor y fieltro.
¿Y vosotros?¿Quereis ser únicos? Si tu tienes una idea nosotros la hacemos posible.
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